El popular personaje, que vive en Paris, motiva a la hinchada chilena para apoyar a la selección de fútbol en su debut en una Copa del Mundo femenina. “Vamos a tratar de que se sientan como en casa”, confiesa el pajarraco que ya tiene lista una Fiesta de la Piscola en Rennes.
Salvador Carmona Schönffeldt | Francia
Hace un año Condorito comenzó a fotografiarse junto a íconos parisinos como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, el Arco del Triunfo o la Catedral de Notre Dame. De inmediato, despertó la curiosidad de los turistas y de los habitantes de la ciudad, por lo que las “selfies” se convirtieron en parte de su cotidianidad.
El personaje no se dejó llevar por la fama y comenzó a impulsar actividades benéficas, talleres de cueca, fiestas cumbiancheras, zapateo en fondas, completadas y venta de productos típicos, como indios pícaros o cochayuyo. Así, el pájaro ha llegado a Bruselas, Berlín o Zúrich; ha compartido escenario con Chico Trujillo o el Mimo Tuga; y nos cuenta que estuvo con la bicampeona mundial de Taekwondo, Camila Urbina.
Apenas supo de la clasificación de Chile al Mundial Femenino de Fútbol que se jugaría en Francia, se puso en campaña para motivar a la barra: “Al principio no había interés de los chilenos. Por eso he ido compartiendo información sobre la selección. Ahora he escuchado que hartas personas están motivadas. Se ha ido sumando gente que no esperaba. Para mi es algo nuevo y bonito lo que voy a vivir. Vienen de toda Europa y Francia, además de los que llegan de Chile”, nos cuenta Juan Carlos Rojas Valdivieso (37), la voz detrás del personaje, quien tras un par de años en París trabajando pegando cerámicas, optó por encargar el traje de Condorito a Chile para vestirse de la emblemática ave, que lo tienen como un embajador de la cultura nacional en Europa.
Para el debut de “La Roja” con Suecia, el martes 11 de junio en Rennes, el jolgorio ya está armado. En el Bar Mille Potes, que significa mil amigos en español y que está ubicado en el Boulevard de la Liberté, Condorito tendrá la Fiesta de la Piscola. Aquí, antes, durante y después del partido la “Marea Roja” podrá deleitarse con los sabores del pisco, acompañado de empanadas chilenas.
La idea es que toda la hinchada se pueda reunir previo al partido, luego que se queden en el bar los que no tienen entradas y tras el partido se sumen los que fueron al estadio, para seguir celebrando por la noche el histórico debut de Chile en un mundial femenino de fútbol.
Tras el cotejo con las suecas, la barra se irá con bombos, cornetas, banderas y globos a Paris, para esperar el segundo duelo frente a Estados Unidos, que son las actuales campeonas del mundo. Este partido se disputa el domingo 16 de junio en el estadio Parque de los Príncipes.
En la capital francesa, Condorito ya tiene todo listo para que el banderazo sea un día, mirando la Torre Eiffel desde Champ de Mars. La fiesta partirá a las 14.00 del sábado 15 de junio. Con ello, “las jugadoras de la selección no van a estar solas. Vamos a tratar de que se sientan como en casa. Es lo ideal”, cuenta Juan Carlos, quien hace tres años tomó el vuelo desde Valparaíso para radicarse en la ciudad luz.
El mismo día del partido, la barra se reunirá a alentar cerca del estadio, para luego desparramarse con sus entradas por las galerías, que costaban desde 9 euros, pero que ya se están revendiendo a 30 euros.
Para el tercer partido, que se disputa el 20 de junio en Rennes frente a Tailandia, todavía no tiene claro que se hará, pero espera que la fiesta continúe.
¿Complicados los rivales de Chile, Condorito?
Esta difícil el grupo, pero al estar aquí ya están haciendo historia y puedan que sigan haciendo historia ¿por qué no?
¿Y después qué?
Que la gente no se quede con el Mundial. La idea es que ojalá le den más cobertura, que más gente se interesara, que profesionalizaran más la carrera de las mujeres, que las valoraran como a los hombres. Pero mientras tanto hay que hacer el aguante.
¿Conocistes a Ettie (la polluela mascota del mundial)?
Todavía no, pero espero conocerla.
¿Y viene Yayita y doña Tremebunda?
Yayita todavía no sabe si se suma y la suegra se quedó allá (Chile). Pero aquí hay una que se parece harto. Algún día se las voy a presentar.
¡Plop!
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