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Cofradía Náutica: la oscura sede de los Panamericanos 2023 en Algarrobo

Desde 1977, cuando el Estado le entregó la concesión del borde costero, la Cofradía Náutica ha sido cuestionada por la comunidad algarrobina por el daño que han provocado al patrimonio natural y cultural de la comuna.

La vela es un deporte náutico que se impulsa por el viento.

 

Por su origen ancestral, es sostenible con el medioambiente.

 

El contrasentido es que para los Panamericanos 2023, veleristas serán recibidos en la Cofradía Náutica, organización que sistemáticamente ha perjudicado la naturaleza y la cultura de Algarrobo.

 

Todo comenzó en 1977, cuando el Estado bajo la dictadura le entrega la concesión de una franja costera a través del decreto 1132 del ministerio de Defensa.

 

Sin preocuparse de ningún impacto ecosistémico, unen el continente con el Islote Pájaros Niños que en 1978 había sido declarado Santuario de la Naturaleza.

 

Para las obras, dinamitaron La Puntilla, afectando sitios arqueológicos y espacios funerarios de culturas ancestrales, provocando un daño para siempre en Algarrobo.

 

La unión con el continente implicó el ingreso de animales depredadores a la isla: el Pingüino de Magallanes desapareció y la población de Pingüinos de Humboldt disminuyó.

 

Las corrientes marinas nunca más circularon libremente, lo que implicó que las playas desaparecieran y que el borde costero se convirtiera en un depósito de algas.

 

Luego, en 1983 el Ejército le permuta un terreno a la Cofradía Náutica que corresponde a 5,5 hectáreas del sector Punta Fraile. A ello suman 6,5 hectáreas del borde costero, apropiándose de un bien de uso público y prohibiendo el acceso libre a la playa de La Puntilla.

 

El 2012 un informe revela denuncias de trabajadores que eran enviados a matar huevos de aves del islote, ya que los pájaros ensuciaban sus yates. También acusan que la Cofradía Náutica tira desechos al mar y que ingresaron perros a la isla matando unos 80 pingüinos.

 

El 2019 un zorro ingreso al islote, devorando pingüinos, huevos y otras aves, ante el silencio de quienes debían proteger el lugar.

 

Pese a todas estas acciones que revelan el daño que han provocado al ecosistema, el Estado les renovó la concesión y pueden seguir operando hasta 2041.

 

Así, reciben a las delegaciones de veleristas para los Panamericanos 2023, seguramente con millonarios aportes del Estado, mientras persisten en el daño al patrimonio natural y cultural de Algarrobo.

 

Mientras la mascota de los Panamericanos dice defender el medioambiente, Algarrobo pierde su riqueza natural y cultural.

 

¿Ironía o burla?

 

¿Cómo reparar tanto daño?

 

¡LIBEREN A LA ISLA!


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